Andalucía ha sido una de mis tareas pendientes en España, y ahora que estoy un poco mas lejos, pues se me ha complicado, pero el dicho "nunca es tarde cuando la dicha es buena" aplica totalmente, porque hace ya unos años estuve en Granada y me dejó muy gratamente impresionada, , y ahora el turno fue para Córdoba.
Las claves para una buena estancia me las dió una amiga que juega de local en Córdoba, el hotel estaba exactamente al frente de la mezquita, y como siempre, estaba bien acompañada, así que no había mas que iniciar la travesía.
Desde Barcelona avión a Sevilla, autobus a la estación de trenes, y tren a Córdoba. Al final, después de unas 3 horas estaba llegando al hotel.
Lo primero que tenía que hacer era probar la gastromonía Cordobesa, y no puedo mentir, para ser solo un fin de semana, comí mas Salmorejo que todo el que he comido en mi vida. (para mis amigos del otro lado del Atlántico, el salmorejo es una crema con una consistencia parecida al hummus, pero que se prepara con tomate, ajo, aceite, vinagre y pan, que se sirve con virutas de jamón serrano y huevo cocinado)...una absoluta delicia!!!.
Además Probamos los flamenquines, que probablemente no comimos en el mejor sitio, así que no me gustaron demasiado, y el rabo de toro, que estaba francamente bueno!. por demás, aceitunas deliciosas, la tortilla de patatas del Santos, y practicamente todo el fin de semana tapeando y tomando cañitas.
Además de comer, pues también había que caminar para bajar la comida, y conocer la ciudad, que he de decir que me gustó mucho, primer paso obligado: la mezquita-catedral que no solamente es patrimonio de la humanidad, sino que es un sitio bellísimo; esta mezquita, durante algún tiempo llegó a ser la segunda más grande del mundo, sólo por detrás de la Meca; aunque este puesto se lo quitó luego la mezquita azul de Estambul (otro sitio al que tengo que ir).
Pero lo mas representativo, su bosque de columnas coronadas por arcos fabulosos en dos colores resalta su inmensidad, y su belleza, y los jardines que la rodean, llenos de naranjos, le dan un toque mucho mas especial.
Nuestro paseo siguió por el alcázar, que es otro sitio precioso, sus jardines trasladan un sentimiento de tranquillidad inexplicable y los mosaicos que tiene en su interior, que datan del siglo II DC, son una muy pequeña muestra de lo que nuestros antepasados eran capaces de hacer con mucho menos de lo que nosotros tenemos en la actualidad.
Pero además de los monumentos clásicos a visitar, hay que caminar por las calles de la judería, perderse un poco y descubrir jardines aparentemente escondidos y calles llenas de flores porque es todo un placer, y si coincide en que hay un mercado medieval, ya la experiencia puede ser t
otal!, allí no solamente todos lo que trabajaban en los puestos estaban totalmente vestidos de época, sino que había espectáculos de música y malabares que te hacían viajar con la mente a otra época.
El cristo de los faroles es muy particular, pero no solamente por estar rodeado de faroles (como su nombre lo indica) sino porque cuando llegas, casi llama mas la atención la cantidad de antenas que lo rodea. Allí nuestra anécdota fue pedirle a una pareja que pasaba por ahí que nos hiciera una foto, y cuando la miramos era una excelente foto de grupo...pero y, ¿el cristo?, pues creo que al fotógrafo no le pareció relevante, porque decidió que no debería salir!, así que a esperar a que alguien mas pasara y nos incluyera el monumento en la foto, ya que para algo estábamos muertos de frío parados al frente!.

Buena elección:-) me alegro de que te gustase Córdoba. En una escapada te recomiendo alquilar coche y recorrer pueblos, algunos te sorprenderán. Besos
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