lunes, 24 de octubre de 2011

Buda-pest



Si viajáramos cada vez que hablamos de una ciudad, y lo planificamos "medianamente en serio", A Budapest yo habría ido ya como 3 o 4 veces antes de este viaje que si fue real, y a diferencia de las otras veces, esta no estaba muy planificada, de hecho en el inicio de los planes no entraba, pero gracias a la insistencia de mi madre, pues quedó incluida en el itinerario.
La estación de tren, vista de noche, no se percibe como un lugar realmente seguro, además llegamos y teníamos que cambiar dinero, cosa que no me daba muy buena espina en esa estación, pero no había alternativa.
Luego a la calle a coger un taxi, primero a negociar con el taxista, ya que en el hotel me habían advertido que siempre intentaban cobrarte mas de la cuenta, así que la pelea fue dura, nadie nos quería llevar, hasta que salió de la nada un hombre que nos dijo que si, y sin inconveniente, nos montamos en un carro sin señales de taxi, sin taximetro, y casi sin carrocería, porque estaba vuelto nada!!, mi mamá luego me confesó que estaba asustada, yo no estaba tranquila, pero tampoco me sentía demasiado nerviosa, iba mirando los letreros y me parecía que íbamos en la dirección correcta, y fue así, nos llevó a nuestro hotel perfectamente.
El hotel estaba muy bien ubicado, en el lado Buda, y al lado del funicular que sube al castillo, que es precioso, y por el que hay mucho que ver y caminar no solo por fuera, sino también dentro de su laberinto, así que al día siguiente zapatos cómodos y a disfrutar.
Durante toda nuestra estadía nos hizo un clima delicioso, mientras que en España estaba haciendo el verano mas atípico de todos, aquí tuvimos un calor y un sol perfectos!. La ciudad es perfecta para caminar, para perderse, para ser admirada desde la montaña, desde el otro lado del río, que además, hace que orientarse siempre sea fácil, también hay que resaltar que la red de transportes funciona perfectamente.
la parte de Buda es la mas histórica, y tiene miradores preciosos, donde puedes quedarte horas y horas contemplando el parlamento, las catedrales...la ciudad!. Luego hay que cruzar el Danubio por el puente de las cadenas que es el mas famoso y el mas antiguo. Antes de su construcción, se atravesaba el río en barco, o en invierno caminando sobre el agua congelada.
También hay que ir al bastión de pescadores, con sus 7 torres que conmemoran las tribus fundadoras, así como la Iglesia de Matías que está al lado del bastión y que es impresionante no solo por fuera, sino también por dentro.

Lo mas lindo que tiene Pest (a mi criterio) es la vista de Buda, pero también tiene muchos sitios por recorrer, hay que ir a la sinagoga Judía, que es la segunda mas grande después de la de Jerusalem, el mercado central al que se llega dando un paseo por Vaci Utca que es una calle peatonal preciosa, llena de tiendas de recuerdos, y de restaurantes, allí comimos un día en un restaurante donde nos trataron muy bien y no estaba nada mal de precio.
Budapest es una ciudad que también hay que verla de noche, la iluminación de los monumentos es preciosa, así como los reflejos de las mismas en el río, así que fácilmente te lleva a las historias de cuentos de hadas que tantas veces hemos oido a lo largo de la vida.
Hay que hacer un paseo obligado a la plaza de los héroes, y continuar al parque de la ciudad, que está al lado del monumento, donde se encuentra un castillo precioso, jardines, estatuas  y el museo de bellas artes.
El domingo hicimos un paseo muy típico, que fue ir a la Isla Margarita, un parque tranquilo en la mitad del río Danubio entre Buda y Pest, donde pudimos dar un paseo relajado, hacer un picnic, y cerrar nuestro viaje con un paseo en barco por el río Danubio, para terminar con broche de oro el viaje a una ciudad majestuosa, encantadora y que tiene bien ganado el título de una de las ciudades mas hermosas de Europa.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Cuando se va detras de los sueños

Hoy hace 9 años hice 2 maletas, y me embarque en esta aventura de buscar algo que siempre había soñado, una aventura que no sabía que me iba a deparar, pero de la que he sacado mucho mas de lo que esperaba.
Cuando me dí cuenta esta mañana de la fecha que era, y me puse a recordar, me dió tristeza ver que no me acordaba de algunas cosas que pasaron ese 4 de septiembre, hablaba con mi amigo Jairo y él se acuerda hasta de lo que comió el día que viajaba, yo no lo recuerdo, como tampoco recuerdo como me sentía, si triste, ansiosa, feliz...no lo se, pero en cambio si hay otras cosas que recuerdo.
De los dias anteriores recuerdo las mil despedidas, el muro de mi casa pintado con mensajes de mis amigos, el cual no me pude traer, pero del que guardo fotos, recuerdo pasear por toda la casa a mi hermana metida en la maleta que ella misma me compró para poder empacar mis cosas junto con mis sueños, recuerdo los besos y abrazos de la gente que quiero.
Y de ese día recuerdo despertarme y entrar a la habitación de mi hermana y para mi sorpresa encontrarla llorando y escribiendo una carta para mi, también me acuerdo del viaje de camino al aeropuerto y lo difícil que fue empezar la despedida de quienes estaban allí, gracias a mis amigos del alma por estar allí y llevarme a la puerta de mis sueños, siempre los compartieron y siempre me ayudaron a cumplirlos.
También recuerdo que un amigo me dijo "cuando te despidas no mires atrás y así siempre volverás", y cuando me despedí, él vino a mi mente, así que no miré atrás, y no se si por eso, o no, pero he vuelto, pero no puedo dejar de darle las gracias.
Aunque mis amigos ese día me dieron cada uno una carta de despedida (que todavía guardo y leo de vez en cuando, cuando necesito llenarme de fuerzas) y me dijeron que no las leyera hasta que estuviera en el avión, lo confieso, no les hice caso y las leí antes de tiempo, y entiendo el porque me dijeron que no lo hiciera, estuve a punto de regresarme, aunque la sensatez ganó a la tristeza y me subí al avión. Confieso que lloré mucho, pero también que cuando el avión aterrizó decidí no llorar más y dedicarme a disfrutar de esta nueva experiencia, que no sabía cuanto duraría, y que por ahora lleva 9 años, y me ha brindado muchas mas alegrías que tristezas.
Estos 9 años me han regalado gente maravillosa que quiero con toda mi alma,amigos que me han estado conmigo, me han apoyado, me han ayudado a ser feliz en la distancia de mis otros seres queridos, esos que antes de salir de Colombia estaban ahí, y en estos 9 años han seguido estando, y se que permanecerán para siempre.
No me queda mas que agradecer a Dios y a la vida por darme estos 9 años de sueños cumplidos, de nuevas experiencias, de gente maravillosa, de felicidad con las bienvenidas, y de tristezas con las despedidas, de la felicidad de hacer nuevos amigos, de la dicha de viajar, de la emoción de la familia, y de la dicha de sentir que los sueños SI se pueden cumplir, solo tienes que hacer lo posible para que se hagan realidad.

jueves, 11 de agosto de 2011

Paris, ciudad de descubrimientos y encuentros

Mi segunda vez en Paris, y como la primera, fue el primer viaje con alguien que se que conozco desde siempre, pero que descubro desde hace poco, eso le daba un toque de misterio que hacía el viaje aún mas interesante, ya que, aunque ya hayas ido a un sitio, si vuelves con alguien diferente, y más si es alguien con quien estas descubriendo tu afinidad, ese lugar es totalmente diferente, y ofrece experiencias y visiones totalmente nuevas.
Paris es una de las pocas ciudades que he visitado durante ínvierno y primavera, por lo que tengo una mejor idea hecha de la ciudad y de las posibilidades que tiene. Lo que es común a las dos estaciones es el viento incesante, el "glamour" parisino, la gente "bonita" que se ve por las calles y las hordas de turistas que abarrotan los sitios mas emblemáticos de la ciudad.

Y que ha sido diferente?, aunque el recorrido fue mas o menos típico, creo que ví la ciudad de otra manera. Caminamos por la mañana por la Ile de la Citè, disfrutando sus callecitas, y haciendo la parada obligatoria en la heladería Berthillon, donde el helado de ron con pasas sabe de verdad a ron, y hasta te emborracha!!, luego una pasada por Notre Dame, donde descubrimos que en la partre trasera de la iglesia, que es tan bonita como la del frente, pero no tan concurrida, hay unos rosales espectaculares con rosas de todos los colores; después el rodeo de la iglesia maravillandonos con las gárgolas, que nos llevaban directamente al cuento del Jorobado de Notre Dame, y luego en las afueras de la iglesia, encontramos una feria de pan "francés" donde pudimos comer pan fresquito, hacernos fotos con las panaderas, que aprovechaban la oportunidad y le tocaban en trasero a los chicos guapos, y para terminar el día, un almuerzo haciendo un picnic en los jardines de Luxemburgo, mientras mirábamos a los niños que empujaban barcos con palitos, en el estanque octogonal, tal como se viene haciendo desde la época de Napoleón.

Por la tarde caminata para bajar la comida, para llegar a la torre Eiffel, donde a diferencia de todos los turistas, nuestra intención no era llegar a lo mas alto, ni descubrir la impresionante vista que se tiene de la ciudad, eso yo ya lo había hecho en otro viaje.
Esta vez queríamos disfrutar lo que sucedía alrededor, y, mientras esperábamos a una parisina por adopción, nos sentamos en el campo de marte que es esa zona verde que se extiende a un costado de la torre, a descansar, a tomarnos fotos y a observar.
Luego un paseo hasta el trocadero, y después de pasar frente a  los parisinos que te observan desde los cafés, con las sillas ubicadas mirando hacia la calle como si esta fuera una pasarela, la cena con un steak tartar de los mejores que me he comido en mucho tiempo.
Nuestra visita a Paris coincidió con la noche europea de los museos, así que dejamos la noche para ir a visitar a la Venus, a la Monalisa y a todo su séquito, así como para ir al centro Georges Pompidou, luego una copita y a descansar.

Al día siguiente siguieron los descubrimientos, nada mejor que empezar el día caminando por los Campos Elíseos y encontrar a una tribu de chicos guapos que además estan felices de tomarse una foto contigo (la foto mas comentada de mi facebook), así cualquiera madruga un domingo!!!. Después algo de lo típico (Invalides, Bastille), y una visita al cementerio Père Lachaise; creo que nunca había estado en un cementerio tan lleno de celebridades, pero es que no "cualquiera" se muere o vive eternamente en Paris, el cementerio tiene mapa para encontrar las tumbas que buscas, pero aún así lo mejor es perderse, aunque el graznido de los cuervos hace que el ambiente sea un poco lúgubre, en el paseo te puedes encontrar la tumba de Chopin, Molière, Oscar Wilde, y muchos mas, nosotros buscamos las tumbas de Jim Morrison, de la que confieso esperaba algo más, y la de Edith Piaf en la que es tradicional dejar rosas rojas, y nos encontramos por casualidad la del periodista Victor Noir (asesinado por Pierre Bonaparte) en la cual, según dice la leyenda, las mujeres que toquen el "miembro viril" de la efigie de bronce que está sobre la tumba, quedarán embarazadas. Yo no se si la leyenda será o no cierta, pero se nota que mucha gente por lo menos lo intenta, ya que  hay partes (y no una o dos) de esa efigie que ya acusan el "sobeteo". Después del cementerio, algo de relax, una visita rápida al Moulin Rouge, y a pasar la tarde en Montmartre, disfrutando una deliciosa comida, charlando, y perdiendonos por las calles, viendo gente linda, y viendo de espectáculos callejeros de música y teatro.
El final de la tarde fue una delicia disfrutando de una copita en una fiesta llena de gente que hasta las 12 de la noche del domingo aprovecha el fin de semana, y de cierre vuelta a la torre Eiffel a verla iluminada.
Fue un fin de semana intenso, muy intenso, pero aunque estuve en una ciudad conocida, descubrí un alma gemela, y descubrí una nueva ciudad, una ciudad magnética, llena de vida, llena de arte, de lugares lindos y de lugares por descubrir.

martes, 31 de mayo de 2011

Montreux, y la busqueda de la tranquilidad


Nuevamente destino Suiza, nuevamente de trabajo, y esta vez en primavera, tal como me pasó cuando fuí a Engelberg, poco tiempo para disfrutar del lugar, pero suficiente para darme cuenta que Suiza y los Alpes, son un destino a visitar en breve, no se por que no lo tenía en mi lista de prioridades!.

de Montreux he de decir que me sorprendió, y muy gratamente, el paisaje en el tren para ir del aerouperto de Ginebra hasta allí,  el lago Lemán en el que se reflejan las montañas, dando al paisaje un tinte de ensueño que es muy difícil describir, la estatua de Fredie Mercury que está en el paseo que rodea el lago, debido a que él, en sus últimos años decidió elegir este sitio para vivir, y se instaló una casita pequeña en busca de tranquilidad...yo no dudo ni un minuto el que lo haya conseguido. 

Me sorprendió también descubrir que tiene un festival de jazz que se hizo por primera vez en 1967, y que aunque actualmente no solo se concentra en el jazz, si que se mantiene como festival de música, por el cual han pasado muchos artistas reconocidos por todos como Ray Charles, Muse, UB40, Suzanne Vega, Jamiroquai, Alice cooper, BB king, Ella Fitzgerald, Van morrison, y me podría quedar mencionando grandes músicos que han estado presentes y han dejado un trocito de su arte en este pequeño lugar que tanto me ha sorprendido.



Tal como comenté en el post de Engelberg, este es un sitio para volver, con calma, con disposición de dejarme contagiar de la tranquilildad y la paz que pude percibir en el lugar, me quiero sentar a la orilla de lago, en silencio, a disfrutar de eso, que solo la fuerza de la naturaleza en estado puro nos puede ofrecer.

sábado, 30 de abril de 2011

Engelberg, naturaleza en estado puro


Cuando oí por primera vez el sitio al que iba, nunca me imaginé lo que me iba a encontrar. No tenía ni idea que había allí ademas de nieve, ya que, aunque lo busqué en internet (es un deber cuando vas a viajar) la mayor parte de las imágenes que encuentras son de esquí.

Me preparé una maleta con ropa de todo tipo, y salí rumbo a uno de los parajes naturales mas lindos que he conocido en la mitad de las montañas.
El sitio queda a unas 2,5 horas de Zurich en tren, sinceramente me pareció un poco lejos, pero el paisaje desde el tren es precioso, muy verde, y poco a poco, ves como te vas metiendo entre los imponentes alpes, eso no tiene comparación.

Yo llegué de noche, por lo que no vi claramente el sitio, pero al día siguiente, cuando abrí la ventana de la habitación y me encontré rodeada de montañas de mas de 3.000mt, y yo estaba a unos 1.000mts....no pude dejar de enamorarme y de sentir una felicidad incomparable.

Es impresionante como en un sitio en el que no ves gente, porque me crucé con 6 personas por la calle en 3 días, se puede sentir con tanta fuerza esa sensación de vida!!!, es naturaleza, es verde, es nieve, es agua, es cielo, es sol, es frío y calidez....sencillamente te sientes vivo y afortunado de poder disfrutar de un paisaje tan, tan...maravilloso, me quedó pendiente subir a la montaña, no iba preparada para ello, ya que no me imaginé realmente lo que me encontré, porque si lo hubiera sabido me guardo un par de días para disfrutarlo.

Eso si, después de regresar a Barcelona, lo he decidido, tengo que volver, en verano para ver esa fuerza verde de la naturaleza donde hay tanta agua, en primavera para ver mas cascadas como las que vi desde el tren, o incluso en invierno para ver si están todos los esquiadores que ya en marzo abandonaron la ciudad. Pero ese regreso será en carro, quiero disfrutar, detenerme en cualquier sitio cuando vea algo que quiera desfrutar con mas detenimiento, quiero respirar y llenarme de vida, La hermosa vida que te da la fuerza de la naturaleza.

El NY detrás de los landmarks

Hace tiempo tenía pendiente escribir algo de NY, es una de las ciudades que mas he visitado en los últimos años, es una de mis favoritas, y no había puesto nada de ella, no era justo. Asi que aprovecho que la semana santa me dió la oportunidad de volver, y disfrutar esta ciudad de una forma diferente, y así mostrar algo mas de lo simplemente conocido por una ciudad que todos sentimos conocer muy bien ya que la hemos visto demasiadas veces en el cine, y en series de TV.

Quien no conoce el famoso Central perk, donde nuestros "friends" se sentaban a hacernos reir durante 10 años, o las escaleras de la casa de Carrie Bradshow, donde cualquiera de sus pretendientes (cada uno mas guapo que el otro) se depedía de ella, durante 6 años?, o incluso las escaleras del high school donde "S" o "B" nos han hecho ver un poco del mundo de las upper east siders?, eso por no decir el empire state, la torre Chrysler, la estatua de la libertad, el puente de Brooklyn, el flatiron building, times square o el central park, que han sido, son y serán mucho mas explotados.

Pues este viaje era un redescubrimiento de la ciudad. A diferencia de otros viajes, ni iba con amigos, ni llevaba la maeta llena, ni tenía nada preparado. Simplemente metí a la maleta 3 cosas (una de ellas era otra maleta), aun después de haber ido muchas veces, me compré una guía en el aeropuerto, vacié la memoria de la cámara, y me monté en el avión con destino a la parte menos turística de una ciudad llena de sitios turisticos y ampliamente conocidos.

Siempre lo he acepatado, lo mejor que tiene NY para mí es el sitio donde me quedo cada vez que estoy en la ciudad, la casa de mi amiga Sonia, este es un sitio donde siempre, siento que estoy en casa. Un lugar con calor de hogar, amor desbordante y mucha, mucha buena energía. Asi que sabiendo que llegaba a "casa" decidí volar incluso al aeropuerto que me faltaba conocer, volé con escala en Philadelphia y luego en avión pequeño, de hélices, 25 minutos después del despegue estaba sobrevolando Manhattan, como pocos pueden hacer después del 11S, y aterrizando en La Guardia.

Mi primera sorpresa fue encontrarme con mis amigos esperándome en el aeropuerto, me dió mucha felicidad verlos allí, y sentirme tan querida, y tan bien recibida, como siempre lo han hecho!!!, esa tarde solo hizo falta una jarra de café en la mesa, y estar juntas para ponernos al día de nuestras cosas, para sentir que nunca dejamos de estar al lado la una de la otra, y para saber que las buenas amistades son lazos eternos que no se rompen con la "facilidad" que da la guillotina de la distancia.

Los días siguientes fueron para descubrir la Nueva York que no había visto en otros viajes, lo primero que hice fue cruzar el puente de Brooklyn, he de confesar que hace varios años, solo llegué a la mitad, y no se si fue porque fui después de haber caminado durante todo el día, o porque tenía el estado físico de un relojero, pero me había parecido casi imposible de cruzar, me cansé mucho, y por eso solo llegue a la mitad, pero esta vez fue lo primero que hice al salir de la casa, el clima ayudaba y seguro que tengo mejor estado físico, porque me pareció no solamente muy fácil, sino super entretenido. disfruté de la vista, de la gente, del viento, de la caminata, y de lo que me encontré al otro lado del puente.

Siempre me ha impactado mucho la amabilidad de los neoyorkinos, se ofrecen a ayudarte cuando te ven con el mapa en la mano, te quieren tomar las fotos cuando ven que te las tomas a ti mismo, y siempre están dispuestos a una palabra amable, así que no me fue difícil encontrar quien me tomara fotos, o quien me indicara si no sabía bien por donde estaba caminando.

El resto de tiempo lo invertí en subirme al metro, elegir "al azar" una estación para bajarme, y caminar por las calles que me parecía que podían ser interesantes, visite galerías de arte, tiendas preciosas y decoradas con mucho gusto, que no conocía, me movi por Soho, el village, meatpacking y Chelsea con mucha tranquilidad, me encontré con esa casa de Friends tan visitada, donde el famoso "central perk" no existe, pero hay una cafetería diferente y que por dentro no se parece en nada a nuestro sitio conocido, pero que también esta lleno de gente; me tomé fotos con conejos de pascua, con cerdos de peluche que había en las tiendas, esquivé las aglomeraciones y las filas que había en los sitios mas conocidos, el único sitio que no pude esquivar fue Times Square...es imposible.

Por fin pude ir al Guggenheim, que las otras veces que había ido estaba en remodelación, y no pude mas que sorprenderme nuevamente de la obra de uno de mis arquitectos fetiche, tanto por dentro, como por fuera este museo es diferente, es fácil de visitar y el análisis que hacen en la audioguía de las obras es super interesante.

Tuve la fortuna de coincidir con el festival de cine de TriBeCa, y de haber podido ir a ver alguna película, e incluso asisitir a una sesión de foro con la directora de la película Paraisos Artificiales, que es no solamente muy joven, sino super pila!!, la película es muy buena, la recomiendo. También pude ir al musical del Rey León, que, vale la pena decirlo, es uno de los mejores musicales a los que he asistido, por la puesta en escena, por el vestuario, la escenografía, la música...todo!.

Y como no podía evitarlo, el broche de oro de la ciudad, fueron las compras, el outlet de Woodbury, al que llegué con una amiga y una maleta vacía, y salí con una amiga cansada, la maleta llena y la cuenta un poco mas vacía. Obviamente estando allá, también tenía que hacer la visita obligada a la tienda apple, de la que salí con un nuevo "juguetito", y fuí al mercado de Chelsea que me sorprendió de forma muy positiva, y donde compré también los ingredientes perfectos para una cena en "mi casa" de NY.

Caminé la ciudad, disfruté de los colores de la primavera, pasé frio, comí delicioso, no podía faltar la visita a Magnolias Bakery, encontré sitios maravillosos como Washington Mews, que son unos antiguos establos, que ahora de han convertido en viviendas, pero que guarda ese encanto del antiguo NY, visité Little church around the corner, que es una pequeña iglesia (como el nombre indica) que nunca te imaginas que puede estar allí al lado del empire state, y ser tan pequeña y tan hermosa, disfruté de mi amiga, y volví a ver desde otra óptica esa ciudad tan conocida y tan nueva cada vez que voy.

lunes, 31 de enero de 2011

Córdoba, de la herencia a lo propio

















Andalucía ha sido una de mis tareas pendientes en España, y ahora que estoy un poco mas lejos, pues se me ha complicado, pero el dicho "nunca es tarde cuando la dicha es buena" aplica totalmente, porque hace ya unos años estuve en Granada y me dejó muy gratamente impresionada, , y ahora el turno fue para Córdoba.

Las claves para una buena estancia me las dió una amiga que juega de local en Córdoba, el hotel estaba exactamente al frente de la mezquita, y como siempre, estaba bien acompañada, así que no había mas que iniciar la travesía.
Desde Barcelona avión a Sevilla, autobus a la estación de trenes, y tren a Córdoba. Al final, después de unas 3 horas estaba llegando al hotel.
Lo primero que tenía que hacer era probar la gastromonía Cordobesa, y no puedo mentir, para ser solo un fin de semana, comí mas Salmorejo que todo el que he comido en mi vida. (para mis amigos del otro lado del Atlántico, el salmorejo es una crema con una consistencia parecida al hummus, pero que se prepara con tomate, ajo, aceite, vinagre y pan, que se sirve con virutas de jamón serrano y huevo cocinado)...una absoluta delicia!!!.

Además Probamos los flamenquines, que probablemente no comimos en el mejor sitio, así que no me gustaron demasiado, y el rabo de toro, que estaba francamente bueno!. por demás, aceitunas deliciosas, la tortilla de patatas del Santos, y practicamente todo el fin de semana tapeando y tomando cañitas.

Además de comer, pues también había que caminar para bajar la comida, y conocer la ciudad, que he de decir que me gustó mucho, primer paso obligado: la mezquita-catedral que no solamente es patrimonio de la humanidad, sino que es un sitio bellísimo; esta mezquita, durante algún tiempo llegó a ser la segunda más grande del mundo, sólo por detrás de la Meca; aunque este puesto se lo quitó luego la mezquita azul de Estambul (otro sitio al que tengo que ir).

La arquitectura de la mezquita-catedral, tiene una particular mezcla de estilos, desde el mudéjar de la puerta del perdón, hasta el renacentista de la parte de la catedral cristiana propiamente dicha.

Pero lo mas representativo, su bosque de columnas coronadas por arcos fabulosos en dos colores resalta su inmensidad, y su belleza, y los jardines que la rodean, llenos de naranjos, le dan un toque mucho mas especial.

Nuestro paseo siguió por el alcázar, que es otro sitio precioso, sus jardines trasladan un sentimiento de tranquillidad inexplicable y los mosaicos que tiene en su interior, que datan del siglo II DC, son una muy pequeña muestra de lo que nuestros antepasados eran capaces de hacer con mucho menos de lo que nosotros tenemos en la actualidad.

Pero además de los monumentos clásicos a visitar, hay que caminar por las calles de la judería, perderse un poco y descubrir jardines aparentemente escondidos y calles llenas de flores porque es todo un placer, y si coincide en que hay un mercado medieval, ya la experiencia puede ser total!, allí no solamente todos lo que trabajaban en los puestos estaban totalmente vestidos de época, sino que había espectáculos de música y malabares que te hacían viajar con la mente a otra época.

El cristo de los faroles es muy particular, pero no solamente por estar rodeado de faroles (como su nombre lo indica) sino porque cuando llegas, casi llama mas la atención la cantidad de antenas que lo rodea. Allí nuestra anécdota fue pedirle a una pareja que pasaba por ahí que nos hiciera una foto, y cuando la miramos era una excelente foto de grupo...pero y, ¿el cristo?, pues creo que al fotógrafo no le pareció relevante, porque decidió que no debería salir!, así que a esperar a que alguien mas pasara y nos incluyera el monumento en la foto, ya que para algo estábamos muertos de frío parados al frente!.