domingo, 4 de septiembre de 2011

Cuando se va detras de los sueños

Hoy hace 9 años hice 2 maletas, y me embarque en esta aventura de buscar algo que siempre había soñado, una aventura que no sabía que me iba a deparar, pero de la que he sacado mucho mas de lo que esperaba.
Cuando me dí cuenta esta mañana de la fecha que era, y me puse a recordar, me dió tristeza ver que no me acordaba de algunas cosas que pasaron ese 4 de septiembre, hablaba con mi amigo Jairo y él se acuerda hasta de lo que comió el día que viajaba, yo no lo recuerdo, como tampoco recuerdo como me sentía, si triste, ansiosa, feliz...no lo se, pero en cambio si hay otras cosas que recuerdo.
De los dias anteriores recuerdo las mil despedidas, el muro de mi casa pintado con mensajes de mis amigos, el cual no me pude traer, pero del que guardo fotos, recuerdo pasear por toda la casa a mi hermana metida en la maleta que ella misma me compró para poder empacar mis cosas junto con mis sueños, recuerdo los besos y abrazos de la gente que quiero.
Y de ese día recuerdo despertarme y entrar a la habitación de mi hermana y para mi sorpresa encontrarla llorando y escribiendo una carta para mi, también me acuerdo del viaje de camino al aeropuerto y lo difícil que fue empezar la despedida de quienes estaban allí, gracias a mis amigos del alma por estar allí y llevarme a la puerta de mis sueños, siempre los compartieron y siempre me ayudaron a cumplirlos.
También recuerdo que un amigo me dijo "cuando te despidas no mires atrás y así siempre volverás", y cuando me despedí, él vino a mi mente, así que no miré atrás, y no se si por eso, o no, pero he vuelto, pero no puedo dejar de darle las gracias.
Aunque mis amigos ese día me dieron cada uno una carta de despedida (que todavía guardo y leo de vez en cuando, cuando necesito llenarme de fuerzas) y me dijeron que no las leyera hasta que estuviera en el avión, lo confieso, no les hice caso y las leí antes de tiempo, y entiendo el porque me dijeron que no lo hiciera, estuve a punto de regresarme, aunque la sensatez ganó a la tristeza y me subí al avión. Confieso que lloré mucho, pero también que cuando el avión aterrizó decidí no llorar más y dedicarme a disfrutar de esta nueva experiencia, que no sabía cuanto duraría, y que por ahora lleva 9 años, y me ha brindado muchas mas alegrías que tristezas.
Estos 9 años me han regalado gente maravillosa que quiero con toda mi alma,amigos que me han estado conmigo, me han apoyado, me han ayudado a ser feliz en la distancia de mis otros seres queridos, esos que antes de salir de Colombia estaban ahí, y en estos 9 años han seguido estando, y se que permanecerán para siempre.
No me queda mas que agradecer a Dios y a la vida por darme estos 9 años de sueños cumplidos, de nuevas experiencias, de gente maravillosa, de felicidad con las bienvenidas, y de tristezas con las despedidas, de la felicidad de hacer nuevos amigos, de la dicha de viajar, de la emoción de la familia, y de la dicha de sentir que los sueños SI se pueden cumplir, solo tienes que hacer lo posible para que se hagan realidad.

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