Si viajáramos cada vez que hablamos de una ciudad, y lo planificamos "medianamente en serio", A Budapest yo habría ido ya como 3 o 4 veces antes de este viaje que si fue real, y a diferencia de las otras veces, esta no estaba muy planificada, de hecho en el inicio de los planes no entraba, pero gracias a la insistencia de mi madre, pues quedó incluida en el itinerario.
La estación de tren, vista de noche, no se percibe como un lugar realmente seguro, además llegamos y teníamos que cambiar dinero, cosa que no me daba muy buena espina en esa estación, pero no había alternativa.
El hotel estaba muy bien ubicado, en el lado Buda, y al lado del funicular que sube al castillo, que es precioso, y por el que hay mucho que ver y caminar no solo por fuera, sino también dentro de su laberinto, así que al día siguiente zapatos cómodos y a disfrutar.
Durante toda nuestra estadía nos hizo un clima delicioso, mientras que en España estaba haciendo el verano mas atípico de todos, aquí tuvimos un calor y un sol perfectos!. La ciudad es perfecta para caminar, para perderse, para ser admirada desde la montaña, desde el otro lado del río, que además, hace que orientarse siempre sea fácil, también hay que resaltar que la red de transportes funciona perfectamente.
También hay que ir al bastión de pescadores, con sus 7 torres que conmemoran las tribus fundadoras, así como la Iglesia de Matías que está al lado del bastión y que es impresionante no solo por fuera, sino también por dentro.
Lo mas lindo que tiene Pest (a mi criterio) es la vista de Buda, pero también tiene muchos sitios por recorrer, hay que ir a la sinagoga Judía, que es la segunda mas grande después de la de Jerusalem, el mercado central al que se llega dando un paseo por Vaci Utca que es una calle peatonal preciosa, llena de tiendas de recuerdos, y de restaurantes, allí comimos un día en un restaurante donde nos trataron muy bien y no estaba nada mal de precio.
Budapest es una ciudad que también hay que verla de noche, la iluminación de los monumentos es preciosa, así como los reflejos de las mismas en el río, así que fácilmente te lleva a las historias de cuentos de hadas que tantas veces hemos oido a lo largo de la vida.
Hay que hacer un paseo obligado a la plaza de los héroes, y continuar al parque de la ciudad, que está al lado del monumento, donde se encuentra un castillo precioso, jardines, estatuas y el museo de bellas artes.
El domingo hicimos un paseo muy típico, que fue ir a la Isla Margarita, un parque tranquilo en la mitad del río Danubio entre Buda y Pest, donde pudimos dar un paseo relajado, hacer un picnic, y cerrar nuestro viaje con un paseo en barco por el río Danubio, para terminar con broche de oro el viaje a una ciudad majestuosa, encantadora y que tiene bien ganado el título de una de las ciudades mas hermosas de Europa.